PRONUNCIAMIENTO DE LA RED NACIONAL DE DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS EN
HONDURAS A DOS MESES DEL ASESINATO DE NUESTRA COMPAÑERA DEFENSORA BERTA
CÁCERES.
Dos meses de tu cobarde asesinato
compañera Berta Cáceres, es mucho y es poco tiempo, al mismo tiempo, mucho para
que tus asesinos sigan escondidos en el silencio y la secretividad y tan poco
para recomponernos de tu irreparable pérdida...
En el 2010, es
decir, desde los inicios del trabajo de la Red Nacional de Defensoras, que es
el espacio provocado por nosotras, las defensoras como nos nombramos las
luchadoras, feministas, mujeres organizadas en espacios mixtos o en redes de
mujeres contra la violencia, muchas porque decir todas es muy ambicioso, pero
si muchas mujeres de siempre y de hace poco, juntas y revueltas para
encontrarnos y pensar cómo protegernos del riesgo en que nos coloca nuestro
trabajo de defensoría.
Desde ese inicio
reciente nos encontramos ya con la necesidad de acompañar al COPINH y a Berta
Cáceres, con ella discutimos, por ejemplo en el 2012 cuando ya estaba siendo
muy perseguida y se murmuraba que la judicializarían, como efectivamente
sucedió en el 2013, cómo justificar quedarse en la zona de riesgo, cuándo las
organizaciones que acompañan estos trabajos, decían que lo prudente era
“sacarla aunque sea por un tiempo” y entonces se enredaban los discursos de la
sostenibilidad de las luchas en la ausencia de los liderazgos, cómo generar
liderazgos mas horizontales y diversos y el famoso autocuidado y las urgentes
tareas de todas que no daban tregua ni al cuerpo ni a la mente, ni al corazón
estrujado por tanto abuso, y así fuimos sorteando conocimientos, posiciones
políticas, experiencias, y todo eso que se mezcla con trabajar y hermanarnos.
Íbamos a las
zonas, la oficina era un carro, las mochilas, los zapatos para caminar, las
ganas de andar y hablar y conocer y que conocieran nuestro propósito y eso era
también cuestionado por algunas compañeras que pensaban que hacía falta
horarios, oficina, recepción, en fin, algo de “institucionalidad”, pero el
encuentro con Berta Cáceres, Miriam Miranda, Rosalina, María Santos, Karen,
Margarita, Consuelo y tantas mujeres defensoras en esos caminos nos iban
enseñando otra forma de acompañar el riesgo, construyendo desde el hacer, desde
el conocernos, desde las confianzas que generan los cuerpos y las ideas que se
cruzan, y a lo mejor solo íbamos reiterando que era desde allí, que es desde
allí donde se construyen otros poderes, el mundo al revés que se parece más al
que nuestras utopías sueñan.
Es el poder
ancestral que nos marcó en Vallecito, ver el lugar posible, con defectos, con
aciertos, con mucho empeño y con mucho poder femenino, no solo de mujeres, pero
si definitivamente antipatriarcal porque es parte de la descolonización de este
pensamiento “institucionalizado” del que podíamos ser presas, a pesar de andar
errantes.
A la Red de
Defensoras, como al COPINH, en la parte que le corresponde, la sostienen las
mujeres que hacen la toma, las tortillas, la asamblea y el discurso, esas
mujeres son la base nuestra y el sostén de lo que llamamos “autonomía”. Ese que
aprendimos con Berta, que una no debe mirar para abajo, ni someter al cuerpo a
una inclinación sumisa, mas bien a erguirse porque entendemos que el territorio
es nuestro, que empieza en nuestro cuerpo, corre junto al río, se afianza en la
tierra y se prolonga siempre en los desafíos que implican en si mismo ser
mujeres autónomas construyendo territorios autónomos.
Es Berta
Cáceres, como aprendimos en tu palabra y práctica: Es la arrogancia del
pensamiento occidental, en el recuadro de lo único que hemos conocido a punta
de matarnos desde hace más de 500 años, es la colonia capital patriarcalizada
que nos hizo creer en la democracia participativa como la oportunidad para
incluirnos, reconocernos, respetarnos, consultarnos, y para eso desde el modelo tuvieron que inventarse Convenios,
Tratados, tanto golpes como elecciones democráticas, donde la gente ya no vota.
pero de donde salen hombres blancos con bandas presidenciales que manipulan
leyes, se inventan otras, y entre rezos y bostezos van y olvidan otra vez el
Convenio, o la Constitución, pero igual en nombre de Dios y de la Patria, nos
vemos envueltas en la mentira democrática y al final e irremediablemente, no
ser consultadas, ni representadas, ni reconocidas, ni respetadas.
Por eso y solo
por eso, en los territorios seguimos construyendo tu justicia, esa otra
justicia fuera de la legalidad impuesta, que significará la salida de DESA con
el socio que quiera, porque ya una vez salió SINOHYDRO por obra y gracia de la
lucha del COPINH, pero sea VOITHYDRO o la que pretenda represar el río
Gualcarque con el financiamiento sucio de FMO, Fin Found y el BCIE o cualquier
otra transnacional bancaria vestida de desarrollo y beneficencia, tendrá que entender
que la decisión firme del pueblo Lenca es dejar correr las venas que recorren
sus territorios, sus ríos, que son sagrados desde su cosmovisión indígena, que
nada tiene que ver con el costo- beneficio con el que la lógica bancaria y
blanca pretende disponer de los bienes naturales de los pueblos ancestrales,
legítimos y únicos dueños de su territorio.
A dos meses de
tu partida, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras,
Berta, acompaña la determinación tuya, que es la del pueblo Lenca organizado en
el COPINH y alza con orgullo la misma bandera por la autodeterminación de los
pueblos indígenas por ser autónomos, por configurar la justicia que te mereces,
de ser libres bajo su propia cosmovisión cultural y espiritual, que abrazamos gozosas
de ser parte constructora desde dentro, porque es la concepción del derecho
humano que legítima nuestro sentir y hacer de ser Defensoras, porque defender
nuestro derecho a defender los derechos, seguirá siendo nuestro compromiso.
A dos meses de
tu violento arrebato de nuestras vidas humanas y políticas, este suspenso en el
alma es acción de nuestros cuerpos autónomos, es renacer de nuestras
construcciones feministas y de mujeres que entendemos que los cuerpos autónomos
es el primer territorio liberado desde el que construimos territorios autónomos
y liberados del patriarcado, del capitalismo y colonialismo que nos somete.
Con la fuerza
ancestral de Iselaca, Mota y Etempica, erguimos tu figura compañera Berta
Cáceres, comprometidas con la utopía forjada desde el COPINH, miembra activa de
la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras.
Tegucigalpa,
2 de Mayo de 2016.
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