REPORTE DE LOS HECHOS: Viernes 8 Abril 2016
-Mayores indígenas heridos de bala-Los ranchos y pertenencias de la familia indígena fueron quemadas
El pasado 2 de febrero de 2016 la indígena bribri Clarita Quiel Torres junto con familiares y amigos iniciaron una recuperación de un terreno de aproximadamente 35 hectáreas, en el sector de NIMA DIKOL, conocido como Palmira, ubicado en el territorio indígena de Cabagra, en la zona sur de Costa Rica.
Este terreno había sido usurpado ilegalmente por el no indígena Mario Espinoza, quien sin ningún derecho y en un acto de racismo había amenazado -días antes de la recuperación de tierras- con arma de fuego a la indígena Clarita, para que no pasara cerca de esa propiedad cuando iba camino a la tierra que siembra. Esto generó indignación y espíritu de lucha por lo que las familias indígenas deciden recuperar este terreno que les pertenece por derecho ancestral.
Tras más de dos meses de recuperación de las tierras, las familias organizaron un campamento con latas de zinc, hamacas, y plásticos que les cubren de la lluvia y del sol. Clarita y su familia se encuentran permanentemente en el campamento para recuperar estas tierras.
Hace una semana la policía se había retirado de la zona, aludiendo que no tenían suficiente personal como para mantenerse atendiendo ese caso, a pesar de las familias indígenas han recibido amenazas y que ya había habido un intento por parte del finquero de quemar el campamento y de sacar a las y los recuperantes de la tierra.
La semana pasada recibieron una denuncia judicial por parte del terrateniente alegando que la familia indígena está usurpando las tierras y diciéndoles que desalojen la finca, a pesar de que son los poseedores legítimos por ley y por derecho ancestral.
El día de ayer, 7 de abril, llegó un juez agrario de los Tribunales de Justicia para ver el caso. Este juez llegó acompañado de Thais Vidal, abogada no indígena, la cual en este momento se encuentra suspendida de su labor como abogada, además Vidal es usurpadora de tierras en el territorio indígena de Salitre, territorio colindante con Cabagra.
Luego de la visita de estas personas, a las 2 de la tarde las y los indígenas se dan cuenta de que los cuidadores de las fincas usurpadas por terratenientes se retiran de los alrededores, lo cual levanta sospechas de algún ataque contra las familias recuperadoras.
A las 8 de la noche de este 7 de abril una turba de cerca de 30 personas todas no indígenas, ataca con armas de fuego, palos y machetes a las y los recuperantes de tierras. Con un galón de diésel los agresores quemaron todas las pertenencias, ranchos y comida de la familia recuperante. Se sabe que la mayor parte de los agresores vienen de la zona de San Marcos de Tarrazú.
En este acto de violencia racista los mayores indígenas, Adilio Ortiz Torres y Antonio Torres Leiva fueron agredidos brutalmente por estos matones.
El mayor indígena, Adilio Ortiz, fue golpeado y cortado en su cabeza, piernas y espalda y fue baleado en la mano derecha y en la pierna izquierda. El mayor, Antonio Torres Leiva, fue baleado en la cara y golpeado en todo su cuerpo.
El indígena Antonio Torres Morales, logró capearse las balas y refugiarse en un guindo por lo que no salió herido de este ataque.
De inmediato se llama a la policía y a la ambulancia, la policía llegó unos minutos después y la ambulancia tardó cerca de dos horas en llegar. Los mayores, Adilio Ortiz Leiva y Antonio Torres Morales fueron trasladados al Hospital.
Tras la denuncia de las y los indígenas la policía detiene a algunos agresores cuando iban huyendo del territorio indígena, pero la mayoría siguen libres.
Estas agresiones se enmarcan en un largo proceso de lucha por la recuperación de los territorios indígenas en la zona sur de Costa Rica, lo cual ha generado que se gesten organizaciones y grupos de finqueros y terratenientes en la zona, los cuales han sido los que se encargan de organizar los ataques y agresiones contra el pueblo indígena que lucha por la defensa y recuperación de su territorio ancestral.
ESCUCHE:: AUDIO DE CLARITA TORRES QUIEL DENUNCIANDO EL ATAQUE: