En Costa Rica, el lunes 10 de septiembre dio inicio la huelga general de
trabajadores y trabajadoras del sector público, contra la aprobación
del proyecto de ley 20 580, llamado LEY DE FORTALECIMIENTO DE LAS
FINANZAS PÚBLICAS, conocido popularmente como Plan Fiscal o Combo
Fiscal.
Desde el año 2006, los gobiernos neoliberales de turno han aumentado la
deuda del gobierno central. Esto ha provocado un enorme déficit fiscal
(el gobierno central gasta más de lo que recibe de impuestos) que
amenaza con convertirse en una nueva crisis económica.
Para hacerle frente esta situación, la administración actual dio
continuidad a un proyecto de reforma fiscal desarrollada desde el
gobierno anterior (del mismo partido).
Esta reforma incluye crear un impuesto al valor agregado, gravar bienes y
servicios que estaban exentos (como la educación pública), sin atacar
la corrupción, la evasión y la elusión fiscal. En otras palabras:
recargando la recaudación de impuestos en el pueblo y no en los grandes
capitales.
Carlos Alvarado, presidente actual de Costa Rica, dice en los medios de paga que estamos ante una crisis fiscal, llama a todo el pueblo costarricense a hacer un “sacrificio” para salvar al país y pide que aceptemos el cobro de más impuestos. Eso sí, niega por completo que Costa Rica es uno de los países más caros de América para vivir y dónde más está aumentando la desigualdad entre ricos y pobres.
Y no sólo niega el altísimo costo de vida que le toca al pueblo sortear, si no que, mientras los politiqueros llaman a sacrificios para el pueblo, las grandes empresas y millonarias sociedades continúan con su histórica impunidad económica, pues el Plan Fiscal -que está a punto de ser aprobado en la Asamblea Legislativa-, realmente no afecta sus intereses ni sus millonarios ingresos.
El pueblo ha
salido a las calles. Y es el pueblo que se solidariza y se une -cada
quien con su forma- a la huelga general convocada por los sindicatos;
también es el pueblo el que grita que la crisis la paguen los grandes
evasores y todo ese sector empresarial al que se le exonera de impuestos
con el famoso cuento de que así se "promueve la inversión y el empleo
en el país”..
Por eso, la huelga que inició en días anteriores ha tenido un masivo apoyo popular, ya que lo que está en discusión es un asunto de justicia social y de camino a seguir. La huelga se da en el marco de una Reforma Procesal Laboral que entró en vigencia a partir del año pasado, la cual le permite a los patronos y jefes de instituciones poner ante los Juzgados de Trabajo solicitudes de declaratoria de ilegalidad de la huelga.
Para el martes 11 de setiembre, el gobierno puso a sus peones a trabajar y reportó 27 solicitudes de jerarcas de instituciones gubernamentales de declarar la huelga ilegal. A este gobierno neoliberal y represor también habilitó una línea telefónica para que las personas delataran a quienes se ausentan de sus labores, promoviendo una sociedad de soplones, de policías y de miedo a manifestar sus opiniones.
Los medios de comunicación empresariales han dado rienda suelta a su acostumbrada manipulación para cuestionar la legitimidad de las acciones populares y la movilización.
Este miércoles 12 de septiembre, se realizó la gran marcha nacional contra el Combo Fiscal. Esta marcha fue multitudinaria e histórica.
Los sindicatos estiman que aproximadamente medio millón de personas que se concentraron sólo en la capital. Frente a esto, la represión vuelve a imponerse como otra forma de asustar al pueblo. Ya se contabilizan varias protestas reprimidas, más de 10 personas arrestadas y varios heridos por la policía.
Durante la noche del miércoles, la policía persiguió a unxs 70 estudiantes que realizaban un piquete pacífico en los alrededores de la Universidad de Costa Rica. Cuando el grupo de estudiantes decide levantar el piquete, los cobardes policías les atacaron por la espalda.
El grupo corrió a refugiarse en uno de los edificios de la universidad, pero los policías no titubearon en transgredir -una vez más- la autonomía universitaria y entraron al edificio rompiendo puertas y golpeando cabezas. Incluso a un periodista del Semanario Universidad le agredieron y rompieron su grabadora, pisoteando el derecho a la comunicación.
Hoy, jueves 13 de setiembre, la Huelga General continúa. Se reportan acciones desde diversas partes del país.